Cada 12 de noviembre se celebra el Día Mundial contra la Obesidad. Su objetivo es concienciar y prevenir a la ciudadanía sobre los daños que puede tener para nuestra salud. Con motivo de este día, te explicamos cómo evitar el exceso de peso a través de la movilidad sostenible y activa.
Un problema cada vez mayor
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad y el sobrepeso pueden definirse como “una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud”. El impacto negativo que pueda tener sobre nuestra salud reside en que la obesidad es un factor de riesgo para la aparición de enfermedades. Entre ellas, destacan las cardiovasculares, la diabetes o algunos cánceres, como el de hígado o el de riñón entre otros.
Los datos sobre la población que padece obesidad no son nada halagüeños. Según la OMS, desde 1975 hasta 2016, la tasa de personas obesas se ha multiplicado por tres en todo el mundo. Además, es un problema que cada vez afecta más a niños y adolescentes.
Las cifras de la obesidad en España
Las cifras concretas de nuestro país son similares a las globales. Tal y como revela un estudio realizado por investigadores del Institut Hospital del Mar d’Investigacions Mèdiques (IMIM) y médicos del Hospital del Mar, en España había 24 millones de personas con exceso de peso en 2016. Es decir, 7 de cada 10 españoles adultos padecían obesidad o sobrepeso hasta ese momento.
La tendencia de personas que sufren exceso de peso, lejos de mejorar, va en alza. Esto sucede tanto en nuestro país como en el resto del mundo. Según los datos del estudio antes citado, que se recogen en el artículo ‘La epidemia de la obesidad en España’ firmado por Samuel A. Pilar y publicado en rtve.es, para el año 2030 la estimación sostiene que el 80% de los españoles y el 55% de las españolas sufrirán obesidad.
Una tendencia que puede corregirse si adoptamos, a nivel personal y también como sociedad, nuevos hábitos de vida más saludables. Entre ellos, se encuentra realizar nuestros desplazamientos cotidianos de forma activa.
La movilidad activa ayuda a combatir la obesidad
Para luchar contra la obesidad, es fundamental mantener un estilo de vida saludable. Para ello, son claves una dieta sana y el deporte. En cuanto a la actividad física, la movilidad sostenible tiene mucho que decir, por increíble que pueda parecer en un primer momento.
Cuando se habla de los beneficios que generan unos hábitos de transporte más sostenibles y eficientes, se suelen destacar los medioambientales. Se menciona la reducción de las emisiones de gases contaminantes, la disminución de la contaminación acústica, la mejora de la calidad del aire, etc. También se mencionan otros como la consecución de espacios más agradables en las ciudades, la reducción de los atascos o el ahorro económico, entre otros.
Por otro lado, uno de los ámbitos más importantes donde incide positivamente la movilidad sostenible es en la mejora de la salud pública. En un primer momento, a todo el mundo se le viene a la mente la relación que existe entre la reducción de la contaminación y la disminución de las enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
Aunque este beneficio es importante, no es el único que influye sobre nuestra salud. Dentro de la movilidad sostenible, hay diferentes tipos y una de ellas es la denominada como ‘movilidad activa’. Esta consiste en desplazarnos hasta nuestro destino realizando ejercicio físico. A la movilidad activa pertenecen formas de transporte como caminar, ir en bicicleta, hacer ‘running’ y patinar.
La actividad física durante nuestros desplazamientos
Por tanto, aquellas personas que opten por alguna de estas opciones de movilidad activa, estarán contribuyendo a mantener un estilo de vida más saludable ya que están realizando actividad física a la hora de desplazarse.
La OMS recomienda que las personas adultas realicemos unos 150 minutos de actividad física a la semana. En muchas ocasiones, el modo de vida tan acelerado y frenético que llevamos nos impide cumplir con este mínimo recomendado. Sin embargo, hay múltiples formas de sacar tiempo, tan solo debemos repensar nuestros hábitos.
Por ejemplo, en lugar de acudir al trabajo en coche, puedes elegir entre otras opciones como ir a pie. Otra situación en la que puedes moverte de forma activa puede ser a la hora de llevar a tus hijos a clases particulares. En vez de acercarlos en coche, puedes ir con ellos en bicicleta, así también fomentas entre ellos hábitos saludables relacionados con la actividad física y el deporte.
Se trata de desplazarse de manera activa, de tal forma que contribuyas a cumplir con el mínimo recomendado de actividad física semanal aprovechando el tiempo empleado en los desplazamientos cotidianos.
Poco a poco, irás adquiriendo ese hábito que te ayuda a mantener una vida más saludable, luchando contra la obesidad al realizar ejercicio físico durante tus desplazamientos diarios. Además de este beneficio sobre nuestra salud, es probable que disfrutes mucho más del trayecto realizado en bici, a pie o en patinete ya que se realizan al aire libre y son más entretenidos y agradables que conducir.
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