La Agenda 2030 y la movilidad sostenible: claves para un futuro sostenible

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¿Sabes en qué consiste la Agenda 2030 y qué relación tiene con tu empresa? Se trata de un compromiso global para hacer frente a los desafíos más urgentes de nuestro tiempo, como la pobreza, la protección del medioambiente o la prosperidad de todas las personas. Dentro de este marco, la movilidad sostenible es un pilar fundamental para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en especial en las ciudades, donde el transporte desempeña un papel importante en la calidad de vida y en la reducción de emisiones de gases contaminantes.

La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)

La Agenda 2030 es un plan de acción adoptado por todos los Estados miembros de la ONU en 2015, con el objetivo de alcanzar un desarrollo sostenible en sus tres dimensiones: económica, social y ambiental.

La agenda está compuesta por 17 ODS y 169 metas que se deberán alcanzar en 2030 y que buscan afrontar y superar diversos problemas globales.

¿Cuáles son los ODS relacionados con la movilidad sostenible?

La movilidad sostenible se relaciona con varios objetivos de la Agenda 2030 de la siguiente forma:

ODS 3: salud y bienestar

La movilidad sostenible tiene un impacto directo en la salud de las personas. Fomentar el uso de medios de transporte que no utilizan combustibles contaminantes como la bicicleta o los vehículos eléctricos, no solo reduce la contaminación del aire, sino que también promueve el ejercicio físico. Esto contribuye a la reducción de enfermedades respiratorias y cardiovasculares, y mejora la salud de las personas.

ODS 7: energía asequible y no contaminante

El uso de energías limpias en el transporte es esencial para una movilidad sostenible. Para reducir la dependencia de los combustibles fósiles es fundamental promover el uso de vehículos eléctricos y el desarrollo de puntos de recarga. Esto no solo disminuye las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también puede reducir los costes de la energía a largo plazo.

ODS 9: industria, innovación e infraestructura

El desarrollo de infraestructuras sostenibles y la innovación tecnológica son esenciales para mejorar la eficiencia del transporte. Por ejemplo, se pueden realizar las siguientes acciones:

  • Construcción de carreteras y vías férreas adaptadas a vehículos de bajas emisiones.
  • Implementación de sistemas de transporte inteligentes que optimicen el flujo del tráfico y reduzcan los tiempos de viaje. Por ejemplo, puede tratarse de semáforos inteligentes que ajustan los tiempos de espera en función del tráfico en tiempo real.

ODS 11: ciudades y comunidades sostenibles

Las ciudades deben ser diseñadas con sistemas de transporte inclusivos y sostenibles que permitan un acceso equitativo a los servicios. La movilidad urbana sostenible requiere:

  •  La extensión del transporte público a todas las zonas.
  •  La creación de zonas peatonales 
  • El desarrollo de carriles bici seguros. 

Las medidas se deben enfocar en reducir la contaminación y el ruido en las ciudades.

ODS 13: acción por el clima

El ODS 13 se centra en la lucha contra el cambio climático y sus efectos. La movilidad sostenible juega un papel clave en la reducción de emisiones de CO2 que provienen del transporte. En este caso, todas las medidas relacionadas con el impulso del uso de vehículos eléctricos, el transporte público y otros medios de transporte sostenibles son esenciales para alcanzar este objetivo.

¿Qué opinan las personas de la movilidad sostenible en España?

En España, la movilidad sostenible ha ganado impulso en los últimos años, con diversas iniciativas a nivel nacional y local. La preocupación por este tipo de movilidad crece de año en año y así lo demuestra el Estudio de sostenibilidad y consumo elaborado por el Observatorio Cetelem en el que el 44% de los encuestados en 2022 y el 45% en 2023 consideran importante la movilidad urbana sostenible en el día a día.

Además, 1 de cada 2 españoles se ha planteado un cambio de un transporte privado de combustión por el uso de algún medio de transporte de movilidad urbana sostenible como la bicicleta o el patinete.

Otro dato interesante es el que se refiere a las barreras que encuentran los españoles a la hora de utilizar transporte sostenible en su día a día, que son las siguientes:

–        La distancia que recorrer (43%).

–        Infraestructuras inadecuadas (40%).

–        Seguridad personal (30%).

–        El precio de estos medios de transporte (30%).

El papel de las empresas en la Agenda 2030

Las empresas juegan un papel esencial en la promoción de la Agenda 2030. A través de la movilidad sostenible, las entidades pueden adoptar prácticas que no solo beneficien al medioambiente, sino que también mejoren su eficiencia operativa y la salud de las personas.

Varias empresas en España han implementado iniciativas de movilidad sostenible como las siguientes:

–        Creación de flotas de vehículos eléctricos para sus operaciones diarias.

–      Programas de incentivos para que sus empleados utilicen el transporte público o compartan coche.

–  Uso de aplicaciones móviles para facilitar el uso de medios de transporte sostenibles entre los empleados.

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Beneficios para las empresas de adoptar prácticas de movilidad sostenible

Implantar acciones de movilidad sostenible en las organizaciones ofrece múltiples beneficios para las empresas como los siguientes:

–     Reduce los costes asociados al combustible y al mantenimiento de vehículos.

–     Mejora la imagen corporativa y contribuye a la responsabilidad social empresarial.

–      Aprovechar incentivos públicos para promover la sostenibilidad.

–    Aumento de la productividad de los empleados que invertirán menos tiempo en el transporte.

Iniciativas de movilidad sostenible en ciudades españolas

Varias ciudades españolas han implantado en los últimos años diversas medidas para fomentar la movilidad sostenible y alcanzar los ODS de la Agenda 2030.

Por ejemplo, Madrid ha lanzado el plan Madrid 360, que incluye medidas para reducir las emisiones de vehículos, fomentar el uso del transporte público y aumentar las zonas de bajas emisiones. La ciudad también ha mejorado su infraestructura para ciclistas con la creación de carriles bici segregados, ha ampliado la red de autobuses eléctricos y ha impulsado las zonas de bajas emisiones en el centro de la ciudad.

Además, ha implementado el sistema de bicicletas eléctricas compartidas, BiciMAD, que ha tenido un gran éxito entre los residentes y visitantes de la ciudad. Este sistema no solo reduce la congestión del tráfico, sino que también promueve un estilo de vida más saludable.

Barcelona ha implementado las denominadas supermanzanas que son zonas urbanas donde se restringe el tráfico de vehículos privados para favorecer a los peatones y a los ciclistas.

Además, la ciudad ha expandido su red de autobuses eléctricos y ha creado más carriles bici para mejorar la movilidad sostenible.

Barcelona también ha desarrollado una amplia red de puntos de recarga para vehículos eléctricos lo que favorece el uso de este tipo de transporte y la reducción de la contaminación.

Valencia se ha centrado en el desarrollo de un sistema de transporte público eficiente y accesible, con la introducción de autobuses eléctricos y la mejora de las infraestructuras para bicicletas.

El sistema de bicicletas públicas denominado Valenbisi promueve el uso de la bicicleta como medio de transporte del día a día de los valencianos y de los turistas.

Para favorecer el uso de las bicicletas Valencia ha apostado por la creación de una red de carriles bici seguros y conectados, que permiten a los ciclistas desplazarse de manera eficiente y segura por toda la ciudad.

La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible destacan la importancia de la movilidad sostenible como un componente muy relevante para el desarrollo urbano y la protección del medioambiente. España ha realizado avances significativos en este ámbito, pero aún queda mucho por hacer y las empresas pueden contribuir de forma significativa, así como los gobiernos y los ciudadanos.

Adoptar medidas de movilidad sostenible es una responsabilidad de todos y también una oportunidad para mejorar la calidad de vida, la eficiencia y la resiliencia de las ciudades frente a los desafíos climáticos.

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Es fundamental la colaboración entre el sector público y el privado, así como la concienciación y la participación activa de los ciudadanos para alcanzar los ODS en 2030.

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