Es muy probable que en tu ciudad se celebre el ‘Día sin coches’. Además, seguramente, se enmarca en la Semana Europea de la Movilidad. Este tipo de eventos llevan celebrándose desde hace ya varios años y están muy asentados.
El fin de esta jornada sin coches es que también sea un día con muchas menos emisiones de gases contaminantes derivadas del transporte. Porque el objetivo principal de este tipo de jornadas es concienciar sobre la necesidad de adoptar hábitos de transporte más sostenible.
Origen del Día mundial sin coches
Esta celebración se realiza cada año el 22 de septiembre y desde principios de siglo se enmarca dentro de la Semana Europea de la Movilidad. No obstante, encontramos antecedentes anteriores. Según Ecologistas en Acción en un artículo publicado sobre este asunto en su web, el ‘Día sin coches’ se remonta a 1974. Fue entonces cuando varios gobiernos nacionales y locales europeos decidieron, preocupados por la crisis energética y el suministro de petróleo, poner en marcha restricciones al tráfico.
La mayoría de estos gobiernos decidieron prohibir la circulación de los vehículos motorizados durante los domingos. Esta medida acabó con el fin de la crisis petrolera, pero ya sentó las bases para un futuro cercano. Según el artículo antes mencionado, unos años después, concretamente el 20 de septiembre de 1987, se celebró en toda Europa la primera jornada sin coches. En esta ocasión, la iniciativa partió de diversas asociaciones ecologistas y de defensa de la bicicleta y no de los gobiernos.
La jornada libre de coches fue asentándose y creciendo hasta que en el año 2000 la Comisión Europea decidió apoyarla, incluyendo en su Semana Europea de la Movilidad el día de ‘¡La ciudad, sin coche!’. Este evento, que se celebra cada 22 septiembre, constituye el plato fuerte de esta semana cuyo objetivo es promover una movilidad más sostenible en el continente europeo.
La Semana Europea de la Movilidad
Esta iniciativa se desarrolla a nivel europeo y se viene celebrando desde principios de siglo. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico es el coordinador nacional en nuestro país. Desde el Ministerio, se define la Semana Europea de la Movilidad como una campaña de visibilización sobre las nefastas consecuencias del uso excesivo del coche y que pretende ofrecer otras alternativas más sostenibles.
Estos siete días están dedicados a difundir los beneficios del transporte sostenible y respetuoso entre todos los sectores de la sociedad. El mensaje, por tanto, está dirigido tanto para los responsables políticos como para las empresas y los ciudadanos. De esta forma, se persigue que todos los sectores de la sociedad se conciencien en la necesidad de implementar prácticas y medidas que favorezcan la movilidad sostenible frente al uso irracional y excesivo del coche.
Con estos objetivos, parece evidente que uno de los grandes eventos que se celebran en estos días sea el antes mencionado y llamado “¡La ciudad, sin coche!” del 22 de septiembre. En lugar de utilizar el coche, durante esta semana y especialmente durante este día sin coche, se promueven formas de transporte sostenibles tales como el uso de la bicicleta, el transporte público, los vehículos eléctricos o el viaje a pie.
Las emisiones de gases de efecto invernadero que el coche genera lo convierten en una opción mucho más contaminante que las antes mencionadas. Por ello, si optamos por opciones pertenecientes a la movilidad sostenible, conseguimos numerosos beneficios y ventajas.
Ventajas de la movilidad sostenible frente al coche
El primer bloque tiene que ver con el medio ambiente. Con la movilidad sostenible, se logra reducir reducir la contaminación atmosférica en los núcleos urbanos y luchar contra el cambio climático. Y, en segundo lugar, repercute en la salud. Primero, porque al mejorar la calidad del aire, se logra mejorar también la salud pública. Y, por otro lado, porque al apostar por la movilidad activa se está realizando actividad física.
Por todo esto, es conveniente participar en el ‘Día sin coches’ que se celebra en las diferentes ciudades y en otros eventos relacionados. Así, lograremos modificar nuestros hábitos de transporte hacia otros más sostenibles, repletos de beneficios sociales y personales.
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