Puede darse el caso de que una empresa, que desea reducir su impacto sobre el medio ambiente, no sepa muy bien cómo comenzar. Uno de los principales escollos es el siguiente: ¿qué aspectos de la organización son los más problemáticos y, por tanto, los que necesitan de una respuesta urgente? No siempre es fácil responder a esta pregunta.
Igualmente, tampoco es sencillo corroborar si las medidas puestas en marcha son efectivas. Ante esta incertidumbre, ha surgido una iniciativa que pretende dar respuesta y colaborar con las organizaciones en el proceso de disminuir sus emisiones. Hablamos de la iniciativa Science Based Targets, que se puede traducir como ‘objetivos basados en la ciencia’.
Por qué establecer objetivos sostenibles basados en la ciencia
El sector empresarial no es ajeno a la problemática del cambio climático. Al igual que el resto de la sociedad, las empresas han de ser parte responsable de las soluciones y respuestas. Por ello, cada vez es más habitual comprobar cómo las diferentes compañías se preocupan por reducir el impacto que generan en la sociedad y en el medio ambiente.
El primer paso es adquirir la conciencia de que es necesario intervenir y reducir el impacto derivado de su actividad. Pero la empresa no debe quedarse ahí, hay que pasar a la acción. Puede ocurrir que se emprendan medidas que, efectivamente, sirvan para reducir las emisiones contaminantes. Pero… ¿cómo podemos saber si son suficientes? Es decir, ¿cómo cuantificar lo exitoso y útil que son esas medidas?
Para evitar esta incertidumbre, es necesario establecer objetivos que se basen en la certeza científica. Es lo que propone la iniciativa Science Based Targets (SBTi). La misma favorece que las empresas sean conscientes de cuánto y con qué rapidez necesitan reducir sus emisiones.
Esta institución, el SBTi, es una asociación de la que forman parte estas cuatro entidades: CDP, el Pacto Mundial de las Naciones Unidas, el Instituto de Recursos Mundiales (WRI) y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
Empresas alineadas con objetivos estratégicos
Por su Responsabilidad Social Corporativa, las empresas deben contribuir a los objetivos medioambientales frutos del consenso entre diferentes países. Por ejemplo, en nuestro continente, la Unión Europea se ha marcado varias metas para los próximos años.
Europa pretende ser climáticamente neutra para el año 2050. Y lo hace trabajando sobre el plan estratégico denominado ‘Pacto Verde Europeo’. Por otro lado, a nivel internacional, también encontramos el compromiso sostenible de los diferentes países del mundo. En este caso, se materializan en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Todos estos objetivos basados en la sostenibilidad requieren de la colaboración de toda la sociedad, también de las empresas. Si no se alinean con estas metas, difícilmente puedan justificar su existencia en el mercado ante los ciudadanos. El Science Based Targets ofrece al sector empresarial objetivos científicos para que este compromiso sea efectivo y cuantificable para cada organización.
Beneficios de contar con objetivos basados en la ciencia
Si ya de por sí comprometerse con el desarrollo sostenible reporta innumerables beneficios para las empresas, hacerlo a través de objetivos basados en la ciencia potencia aún más esas ventajas. El SBTi orienta a las diferentes compañías para establecer dichos objetivos, además de evaluarlos y aprobarlos de manera independiente.
La propia iniciativa Science Based Targets, en su página web (https://sciencebasedtargets.org/), señala los principales beneficios de trabajar con objetivos basados en la ciencia:
1. Aumenta la rentabilidad: se conoce de manera más concreta dónde focalizar esfuerzos, por lo que se obtienen más beneficios gracias a una mejor gestión de los recursos.
2. Mejora la confianza de los inversores: contar con unos objetivos sostenibles contrastados permite también una medición más eficaz, mejorando la transparencia y confianza de cara a los inversores. Además, mejora el posicionamiento de la empresa de cara a optar a inversiones verdes.
3. Impulsa la innovación: al conocer mejor las necesidades sobre las que actuar, también se puede apostar de manera más segura por acciones innovadoras.
4. Reduce la incertidumbre regulatoria: ayuda a adecuar la actividad empresarial a lo exigido en la legislación.
5. Fortalece la reputación de la marca: este método elimina el ‘ecowashing’ y asegura que el compromiso sostenible de la empresa es real y demostrable.
Igualmente, en su página web se encuentran los pasos para establecer un objetivo basado en la ciencia.
Las empresas que apuestan por la sostenibilidad
Numerosas empresas han apostado ya por esta iniciativa como apoyo para reducir su impacto medioambiental. Más de 1.200 compañías han comenzado a adoptar medidas, de las cuales más de 620 lo han hecho junto con objetivos basados en la ciencia.
Además, una parte importante de estas organizaciones están comprobando ya los resultados de sus acciones. Según el SBTi, de las empresas que establecen objetivos basados en la ciencia, más de 300 han reducido sus emisiones una cuarta parte desde 2015, año del Acuerdo de París.
Estos números evidencian la necesidad del sector empresarial de continuar reduciendo el impacto medioambiental derivado de su actividad. Porque apostar por el desarrollo sostenible no es una opción, sino que se ha convertido en una exigencia. Y en ese compromiso, el establecimiento de los objetivos basados en la ciencia representa un apoyo muy eficaz.
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