En zonas rurales y de baja demanda, la movilidad plantea un auténtico reto. La carencia de servicios de transporte público limita de forma considerable la calidad de vida de estos ciudadanos. Es un asunto que plantea numerosas cuestiones y sobre el que ya se está trabajando, con la digitalización como piedra angular. ¿Conoces los casos de éxito que representan varias comunidades autónomas?
Problemas de la movilidad rural
Según datos del Ministerio de Agricultura, tan solo el 16% de la población española vive en el medio rural. Al haber poca demanda en las localidades del mundo rural, la existencia de transporte público no es viable económica ni medioambientalmente. Así lo afirma el propio Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
Además, cuando se da el caso de que existen estas líneas, no suelen ser eficaces ni ajustarse a las necesidades de los ciudadanos. Y es que la baja demanda hace complicada la inversión en transporte público. Por ello, en estas poblaciones el uso del coche privado es, muchas veces, la única posibilidad.
Dependencia del vehículo privado
Porque, en determinadas coyunturas, se antoja complicado que las personas que vivan en el medio rural puedan optar por la movilidad sostenible. Hay que tener en cuenta el perfil de la población que vive en el medio rural. En algunos de estos pueblos, una amplia parte de los residentes son personas mayores.
Por tanto, un porcentaje considerable de esta población más mayor tiene serias dificultades para usar la bicicleta, el patinete eléctrico o desplazarse caminando. Sobre todo, cuando se trata de desplazamientos más lejanos o incluso interurbanos.
Ante la falta de líneas de transporte público y cuando la movilidad activa o eléctrica no son posibles, solo queda una opción: el vehículo privado. Esto constituye una situación muy negativa, ya no solo por todos los inconvenientes que genera el coche privado. También puede darse el caso que esta alternativa no responda a la demanda de esta población.
‘La España vaciada’
Que no se ajuste la movilidad a las necesidades y la demanda de las pequeñas poblaciones puede tener graves consecuencias. Esta idea es la que expone Israel Manzano en el artículo La importancia de la movilidad en el medio rural. En dicho artículo, publicado en la web de la Fundación Almanatura, Manzano expone que las dificultades de movilidad en el mundo rural favorecen la despoblación rural.
Cada vez son más los pueblos que sufren con fiereza el éxodo de sus habitantes a las grandes ciudades. Esto se debe a que, habitualmente, los grandes núcleos urbanos responden mejor a las necesidades de los más jóvenes. Entre esas demandas, se encuentra la movilidad y los desplazamientos.
Por tanto, es fundamental dar respuesta y soluciones a los problemas de movilidad de las poblaciones más pequeñas. De esta forma, se consigue mejorar la calidad de vida de estos ciudadanos y luchar contra la despoblación rural.
La digitalización, clave
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ya ha recogido el testigo y está trabajando en diseñar soluciones a este panorama. Estas pasan, según el propio Ministerio, por la digitalización.
Las soluciones que han de darse no deben ser las tradicionales. Tal y como hemos visto, estas no suelen ser viables en zonas de baja demanda. Lo ideal es aplicar la digitalización y las nuevas tecnologías para hacer frente a este problema. De esta forma, se conseguirán respuestas flexibles y adaptadas a la población de estos municipios.
Posibles soluciones
Gracias a la digitalización, existen diferentes alternativas que posibilitan la mejora de la movilidad en el mundo rural. Muchas de ellas ya han sido implantadas, con éxito, en diversos países europeos. Estas son algunas de las que cita el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
1. Servicios de autobús bajo demanda. Las líneas no son rígidas sino que, en función de la demanda diaria, se flexibilizan tanto los horarios como recorrido. Esa demanda se recoge con antelación a través de aplicaciones móviles.
2. Préstamo de vehículos. El ayuntamiento de la localidad en cuestión dispone de un servicio de préstamo de vehículos eléctricos y/o bicicletas. Esta flota sería utilizada por cada vecino cuando este lo necesite, devolviéndolo después al punto de origen.
3. Coche o taxi compartidos. Otra de las acciones que se citan a modo de ejemplo consiste en establecer servicios de coche particular o taxi compartidos. En lugar de que un único ciudadano se desplace en taxi o en su coche privado, se posibilita que otros vecinos le acompañen si sus destinos son cercanos.
4. Autostop digital y seguro. Consiste en elaborar un ‘bolsa’ de conductores inscritos en la plataforma. Han de disponerse de herramientas digitales para conectar al usuario con el conductor y poder dotar de seguridad al trayecto.
Casos de éxito en España
No solo hay que mirar al resto de Europa para encontrar posibles soluciones. En nuestro país ya contamos con algunas comunidades que han intervenido en este asunto. Y, además, lo han hecho con éxito porque ya se vislumbran los primeros resultados.
Es el caso de Castilla y León. Su gobierno autonómico afirma que, en la provincia de Soria, ya hay once comarcas o zonas que disfrutan del transporte a demanda. Esto consiste en gestionar el transporte basándose en la petición expresa y previa de los ciudadanos.
De esta forma, se busca optimizar los recursos en estos pueblos castellanoleoneses y garantizar un servicio fiable. La última zona en la que se ha implantado este sistema es la de Ólvega. En su caso, dos de los diez municipios de esta comarca carecían previamente de transporte público. En el caso de Galicia, también se ha puesto en marcha recientemente este sistema de transporte a demanda.
Otro caso ejemplar es el de Asturias. En esta comunidad autónoma se ha emprendido lo que se denomina como el plan ‘Optibús’. Este proyecto permite que las plazas libres de autobuses escolares sean utilizadas por usuarios en general. Así, se ofrece un servicio similar a aquellos municipios de baja demanda en movilidad que carecen de transporte público.
Porque la movilidad es un derecho de todos los ciudadanos, con independencia de dónde vivan. Y, además, la movilidad sostenible también debería ser una alternativa viable en cualquier municipio. Como hemos visto, ¡hay soluciones para lograrlo!
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